Mujeres
Cuentan que hace muchos siglos, en un país lejano vivió un grandioso príncipe de cuyo valor se
tuvo noticia en los confines del mundo.
Dicen también que configuró el ejército más grande que jamás se haya conocido, con hombres
valientes y guerreros, capaces de conquistar cualquier espacio físico o etérico que el príncipe
decidiese.
Aquel famoso príncipe conquistó y libertó aquí y allá hasta que un día, llenó el universo con sus
ejércitos y entonces de su grandeza Dios tuvo sentido.
Una vez Uno frente al otro, Dios bondadoso le dijo al príncipe: Quiero premiar tu gran labor, el
cumplimiento de tu deber y el glorioso final de tu misión. Dime príncipe, ¿qué deseas? ¿qué puedo
concederte?
Otorga nueva vida a mis hombres, permíteles nacer de nuevo, trabajar más duro y vivir mejor,
exígeles mayor valor del que han demostrado y concédeles con amor, obrar grandes cosas por el
mundo.
Concedido, dijo el buen Dios sonriente.
Desde entonces, muchas mujeres nacen en la tierra.
María Isabel González